Noticias

• Gobernadores reclamaron a entidades adscritas al Sistema Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres – SNGRD, la urgencia en la presentación de Plan Nacional de Contingencia ante la probabilidad de desastres ambientales, de acuerdo con predicciones climáticas.

Bogotá D.C., miércoles 28 de mayo de 2024-, En el encuentro preparatorio por el ‘Fenómeno de La Niña y temporada de huracanes y ciclones 2024’, que reunió a los Ministerios de Agricultura y Desarrollo Rural, Ambiente y Desarrollo Sostenible, Minas y Energía, las administraciones departamentales, la UNGRD y la FND, entre otras entidades adscritas al Sistema Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres - SNGRD, los gobernadores enfatizaron en una serie de acciones apremiantes como medidas de alistamiento y anticipación a los posibles efectos de la variabilidad climática que afectará al país.

Entre los asuntos abordados se encuentran:

• La Federación Nacional de Departamentos y los gobernadores presentes insistieron en la necesidad de que sea presentado el Plan Nacional de Contingencia para el fenómeno de La Niña y la temporada de huracanes y ciclones, instrumento rector de las entidades públicas y privadas del SNGRD, para el diseño y realización de acciones dirigidas a la preparación y la respuesta integral para la gestión de riesgo de desastres.
• Los gobernadores hicieron un llamado urgente al cumplimiento del Artículo 34 del Plan Nacional de Desarrollo, que estableció los desembolsos por $500.000 millones de pesos para la compra de maquinaria amarilla. Ante la urgencia, las administraciones departamentales se declararon dispuestas a cofinanciar la compra.
• Se realizó un llamado para la atención y mantenimiento de vías secundarias y terciarias, para proteger la vida de las comunidades, salvaguardar las actividades agropecuarias, garantizar la seguridad alimentaria y evitar la ruptura de cadenas productivas. Adicional a las maniobras oportunas para hacer frente a las posibles obstrucciones viales, que podría generarse por deslizamientos e inundaciones, se reclamaron acciones de drenaje para los sistemas montañosos como medida de prevención.
• Se solicitó además la activación de otros sectores adscritos al SNGRD, entre ellos: el Ministerio de Salud y Seguridad Social, para la prestación oportuna de los servicios de salud en regiones que se vean afectadas; el Ministerio de Educación Nacional, para que desde ya se formulen acciones que mitiguen la afectación del transporte escolar; y el Ministerio de Defensa Nacional, para que las regiones cuenten con el respaldo de ingenieros militares para la construcción de infraestructura de emergencia, entre otros.

Desde el Gobierno Nacional, la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, presentó el plan ‘Confianza Colombia’, estrategia de reactivación económica que fue bien recibida por los gobernadores y que incluye una serie de acciones para la adaptabilidad climática, el acceso a la maquinaria verde, el respaldo a la comercialización y la concurrencia de recursos para la protección del sector agropecuario. Adicionalmente, la jefe de la cartera acordó que los gobernadores y demás entidades adscritas al SNGRD tendrán una próxima sesión de seguimiento en la Cumbre de Gobernadores, que se realizará en Córdoba el 13 y 14 de junio, donde se espera sea presentado el Plan Nacional de Contingencia solicitado por los gobernadores.

Por su parte, la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, respaldó la formulación de sinergias gubernamentales y asumió el compromiso de que a través del Viceministerio de Ordenamiento Ambiental del Territorio se instalen grupos de seguimiento de la mano de los departamentos, que permita actuar con anticipación y coordinación.

De acuerdo con predicciones climáticas del IDEAM y la UNRGD, a partir del 1 de junio iniciará oficialmente la temporada de huracanes del 2024, que se espera tenga una intensidad muy superior al promedio, donde se podría pasar de 14 tormentas tropicales a 23, de 7 huracanes a 11 y de tres huracanes mayores a cinco. De igual manera, se espera que el fenómeno de La Niña tenga una intensidad similar o superior al que azotó al país en 2010-2012. Ambos fenómenos tendrían su pico más alto entre septiembre y octubre.